Las infecciones de las vías urinarias (IVU) son una de las afecciones más comunes que afectan a los adultos. Se calcula que alrededor del 10% de la población adulta sufrirá una infección urinaria en algún momento de su vida. Las infecciones urinarias son causadas por bacterias que entran en el tracto urinario y se multiplican. Estas bacterias pueden entrar en el tracto urinario a través de la uretra, el conducto que lleva la orina desde la vejiga hacia el exterior.
Una infección urinaria (IU) es una inflamación o infección en los órganos del sistema urinario, como los riñones, la vejiga, la uretra o los uréteres. Las infecciones urinarias pueden ser causadas por bacterias, virus, hongos u otros organismos. La mayoría de las infecciones urinarias son causadas por bacterias.
Los síntomas de una infección urinaria varían en función de la localización y la gravedad de la infección. Los síntomas más comunes de una infección urinaria incluyen dolor o ardor al orinar, necesidad frecuente de orinar, presión o dolor en la parte inferior del abdomen, sangre en la orina, orina con olor fuerte o turbia, fiebre o escalofríos.
El tratamiento para una infección urinaria depende de la gravedad de los síntomas y de la localización de la infección. El tratamiento típico para una infección urinaria incluye el uso de antibióticos para eliminar las bacterias, así como medicamentos para aliviar los síntomas. Si los síntomas son leves, el tratamiento puede ser sencillo y no requerir antibióticos. Si los síntomas son graves o si la infección se ha propagado a los riñones, el tratamiento puede ser más complejo y requerir medicamentos más potentes.