La Hiperactividad o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurológico que afecta a niños y adultos. Se caracteriza por la falta de atención, la impulsividad y la hiperactividad. Los niños con TDAH tienen dificultades para concentrarse y seguir las instrucciones, y pueden ser impulsivos y tener problemas para controlar sus emociones.
El TDAH puede tener consecuencias negativas en la vida diaria de los afectados. Los niños con TDAH pueden tener problemas en la escuela, en las relaciones sociales y en casa. Los adultos con TDAH pueden tener dificultades en el trabajo y en las relaciones personales. También pueden tener problemas para planificar y organizar sus vidas.
Aunque el TDAH no tiene cura, hay formas de controlarlo. Los tratamientos incluyen medicamentos, terapia conductual y cambios en el estilo de vida. Los medicamentos pueden ayudar a mejorar la atención y reducir la impulsividad y la hiperactividad. La terapia conductual puede ayudar a los niños a aprender habilidades sociales y emocionales, y a los adultos a mejorar su capacidad para planificar y organizar sus vidas. Los cambios en el estilo de vida, como una dieta saludable y el ejercicio regular, también pueden ayudar a controlar el TDAH.
Es importante evitar las consecuencias negativas del TDAH. Los padres pueden ayudar a sus hijos a tener éxito en la escuela y en la vida diaria al establecer rutinas y límites claros. Los adultos con TDAH pueden beneficiarse de la organización y la planificación cuidadosas de su tiempo y tareas. También pueden beneficiarse de la práctica de técnicas de relajación y meditación para reducir el estrés.
En resumen, el TDAH es un trastorno neurológico que afecta a niños y adultos y puede tener consecuencias negativas en la vida diaria. Sin embargo, hay tratamientos disponibles para controlarlo y evitar sus consecuencias negativas.