La terapia génica ha experimentado avances notables en los últimos años, prometiendo revolucionar el tratamiento de enfermedades genéticas. Esta técnica, que implica la modificación de genes en las células de un paciente para tratar o prevenir enfermedades, ha demostrado ser prometedora en ensayos clínicos para tratar afecciones como la hemofilia y ciertas formas de ceguera.
Un desarrollo reciente en terapia génica es la edición de genes CRISPR, que permite a los científicos «cortar y pegar» genes con una precisión sin precedentes. Esta técnica ofrece la posibilidad de corregir mutaciones genéticas y potencialmente curar enfermedades genéticas.
Sin embargo, la terapia génica también plantea desafíos éticos y técnicos. La edición de genes en células germinales, que pueden transmitir cambios genéticos a generaciones futuras, plantea preocupaciones éticas significativas. Además, la entrega segura y efectiva de terapias génicas sigue siendo un desafío técnico.
A pesar de estos desafíos, el futuro de la terapia génica parece prometedor. Con más investigación y desarrollo, la terapia génica tiene el potencial de cambiar la vida de millones de personas que viven con enfermedades genéticas. Sin embargo, es esencial que avancemos con cautela, teniendo en cuenta tanto las promesas como los desafíos que presenta esta tecnología revolucionaria.