El síndrome de Ehlers-Danlos (SED) es un grupo de trastornos hereditarios que afectan el tejido conectivo, manifestándose en la piel, las articulaciones y los vasos sanguíneos. Durante años, el tratamiento se ha centrado principalmente en el manejo sintomático, pero recientes avances ofrecen nuevas esperanzas para los afectados.

Uno de los enfoques terapéuticos más prometedores es la terapia génica. Investigadores están explorando métodos para corregir las mutaciones genéticas responsables del SED, utilizando técnicas como CRISPR-Cas9. Aunque aún en fases preliminares, estos estudios han mostrado resultados alentadores en modelos animales, sugiriendo que la corrección genética podría ser una realidad en el futuro.

Otro avance significativo es el desarrollo de medicamentos específicos que fortalecen el tejido conectivo. Algunos fármacos están diseñados para aumentar la producción de colágeno, la proteína deficiente en muchos tipos de SED. Ensayos clínicos recientes han demostrado que estos medicamentos pueden mejorar la elasticidad de la piel y la estabilidad articular, reduciendo así el dolor y las dislocaciones frecuentes.

Además, la fisioterapia personalizada ha evolucionado, incorporando técnicas avanzadas que mejoran la movilidad y fortalecen los músculos sin causar daño adicional. El uso de dispositivos de asistencia, como órtesis y soportes articulares, también ha mejorado, proporcionando mayor estabilidad y reduciendo el riesgo de lesiones.

En conjunto, estos avances representan un cambio significativo en la gestión del síndrome de Ehlers-Danlos, ofreciendo a los pacientes nuevas esperanzas para una mejor calidad de vida.

Por Editor